El poliestireno expandido, conocido como Styrofoam, presenta obstáculos significativos para su reciclaje a pesar de estar compuesto en un 98% de aire y ser técnicamente reciclable. Los estadounidenses desechan alrededor de 1.500 toneladas diarias en vertederos, con menos del 1% reciclado, lo que ha impulsado prohibiciones estatales y tecnologías innovadoras. A partir de 2025, varios estados de EE.UU. han prohibido productos de EPS en medio de crecientes preocupaciones ambientales.
El poliestireno expandido (EPS), comúnmente comercializado como Styrofoam y marcado con el código de reciclaje #6 PS, es omnipresente en el empaquetado, el aislamiento y el equipo de protección. Sin embargo, su naturaleza ligera —98% de aire— lo hace voluminoso en los vertederos, donde representa solo el 0,01% de los residuos sólidos municipales por peso, pero ocupa un volumen significativo sin biodegradarse. Diariamente, los estadounidenses vierten aproximadamente 1.500 toneladas en vertederos, reciclando menos del 1% debido a la infraestructura limitada y los desafíos de procesamiento. El EPS no se puede "desexpandir", por lo que incluso las comunidades que aceptan el plástico #6 a menudo excluyen la versión espumada.
Este problema ha llevado a acciones legislativas. A partir de 2025, Oregón, California, Delaware, Rhode Island, Hawái y Washington han prohibido varios productos de EPS, incluidos contenedores para servicio de alimentos y cacahuetes de empaque, citando la persistencia ambiental y la generación de microplásticos. La SB54 de California exige que todo el empaquetado de alimentos de plástico sea reciclable, con los fabricantes obligados a usar un 25% de contenido reciclado.
Existen opciones de reciclaje, pero varían según la forma. Los programas de recogida en aceras rara vez aceptan EPS, pero se pueden encontrar sitios de entrega a través de la Búsqueda de Reciclaje de Earth911 o el directorio de la EPS Industry Alliance, que lista procesadores para material limpio y no contaminado —excluyendo contenedores de alimentos o médicos. Los cacahuetes de empaque son reutilizables en tiendas de envíos como The UPS Store; para volúmenes mayores, las empresas pueden organizar recogidas, almacenando el EPS en contenedores protegidos del clima.
Están surgiendo innovaciones para mejorar la accesibilidad. Los sistemas de autoservicio de Foam Cycle, instalables en estaciones de transferencia, procesan el EPS en el sitio y se amortizan en cuatro a cinco años, con la resina densificada vendiéndose por 300 a 500 dólares por tonelada. Unidades móviles como el Styro-Constrictor y el Styro-Portapactor reducen el volumen en un 90%, evitando instalaciones costosas. TerraCycle ofrece Cajas Zero Waste para envío por correo para empaquetado de alimentos de EPS. Para usos continuos, las alternativas incluyen materiales a base de bambú, maíz o hongos, mientras que el EPS con contenido reciclado, como cacahuetes de empaque verdes, proporciona una opción sostenible.
Estos desarrollos reflejan un impulso hacia una mejor gestión de residuos, aunque la verificación local sigue siendo esencial para una eliminación efectiva.