Roman Surovtsev, un inmigrante apátrida de la antigua Unión Soviética, fue detenido por ICE durante un control regular en Dallas a principios de agosto de 2024. Su caso resalta las lagunas en el debido proceso en medio del impulso de deportaciones de la administración Trump. Con ayuda legal de su esposa, está impugnando la detención en los tribunales.
Roman Surovtsev llegó a EE.UU. como refugiado de la antigua Unión Soviética a los cuatro años. Como adolescente, se declaró culpable de cargos de robo de autos y allanamiento en California, lo que llevó a la revocación de su green card. Tras su liberación de prisión en 2014, ICE intentó pero no pudo deportarlo a Ucrania o Rusia, ya que ninguno de los dos países pudo confirmar su ciudadanía ni proporcionar documentos de viaje.
Desde entonces, Surovtsev ha cumplido con los controles anuales de ICE. Conoció a su esposa, Samantha, en 2017 mientras practicaba esquí acuático, y la pareja se casó en 2019. Tuvieron hijos y comenzaron un negocio de pintura comercial en Texas, construyendo una vida a pesar de su estatus apátrida.
A principios de agosto de 2024, un control rutinario en la oficina de campo de ICE en Dallas se convirtió en detención. Samantha Surovtsev esperó en el estacionamiento, temiendo el resultado. 'Hubo lágrimas de por medio, solo no saber qué había al otro lado de esa cita', le dijo a NPR. Recibió una llamada de un detenido, confirmando su arresto.
Esta detención se alinea con los esfuerzos de ICE para cumplir con una meta de deportación anual de un millón de personas. A diferencia de muchos otros, Surovtsev tiene representación legal. Sus abogados argumentan que la re-detención es inconstitucional, ya que no hay nuevas circunstancias que permitan la deportación a Ucrania, que carece de documentación y arriesga reclutarlo en el conflicto. En el Centro de Detención Bluebonnet, recibió papeles de deportación en ucraniano, a pesar de no hablar el idioma.
El equipo legal ha anulado su condena por robo de autos, citando la falta de advertencias de inmigración en ese momento. 'Va a recuperar su green card en un tiempo, lo que solo hace que todo sea más cruel e absurdo', dijo el abogado Eric Lee de Lee and Godshall-Bennett.
Samantha enfatizó el lado humano: 'La gente necesita entender que hay un elemento humano involucrado en la inmigración, que cada historia es única. Cada caso merece ser oído frente a un juez. Esto no es una situación en blanco y negro.'
El abogado Chris Godshall-Bennett señaló casos similares de habeas este verano, advirtiendo que socavar el debido proceso pone en peligro las protecciones para todos. La detención ha interrumpido la vida familiar, con hitos perdidos y pérdidas en el negocio. El Departamento de Justicia mantiene que la re-detención es legal, citando solicitudes renovadas de documentos de viaje ucranianos.