Investigadores descubren efectos cuánticos en la navegación de las aves
Un nuevo estudio de la Universidad de Oxford revela que las aves podrían usar el entrelazamiento cuántico para detectar el campo magnético de la Tierra en la navegación. Los hallazgos, publicados en Nature, desafían las explicaciones clásicas de la migración aviar. Este avance abre puertas al entendimiento de procesos cuánticos en la biología.
En un estudio publicado el 29 de septiembre de 2025, científicos de la Universidad de Oxford anunciaron evidencia de que los petirrojos europeos explotan el entrelazamiento cuántico en sus sistemas visuales para detectar campos geomagnéticos. La investigación, detallada en la revista Nature, se basa en observaciones previas de que las aves poseen criptocromos—proteínas sensibles a los campos magnéticos—en sus ojos.
El equipo, liderado por el Dr. Erik J. Heller, realizó experimentos con 20 petirrojos en entornos controlados. Expusieron a las aves a campos magnéticos manipulados y observaron disrupciones en la navegación cuando la coherencia cuántica se interrumpía teóricamente. 'Nuestros modelos muestran que el entrelazamiento entre pares de electrones en los criptocromos permite a los petirrojos 'ver' la brújula magnética', declaró Heller en el artículo. Este mecanismo persiste incluso en condiciones de baja luz, explicando las migraciones de larga distancia durante vuelos nocturnos.
El contexto histórico remonta a experimentos de la década de 1970 que confirmaron el sentido magnético de las aves, pero el vínculo cuántico permaneció especulativo hasta avances recientes en espectroscopía. El estudio de Oxford utilizó pulsos de láser ultrarrápidos para sondar reacciones de criptocromos, confirmando tiempos de vida de entrelazamiento de hasta 100 microsegundos—suficiente para señales de navegación.
No aparecen contradicciones directas en la fuente, aunque los autores señalan limitaciones: los experimentos fueron en laboratorio y se necesitan pruebas de campo. Las implicaciones se extienden a la biología cuántica, potencialmente inspirando tecnologías como sensores cuánticos para alternativas al GPS. Perspectivas más amplias incluyen consideraciones éticas para la conservación de aves en medio de cambios migratorios impulsados por el clima, ya que la sensibilidad cuántica podría hacer vulnerables a las especies a la contaminación electromagnética.
El descubrimiento subraya la intersección de la física y la biología, con Heller agregando: 'Esto no es solo sobre aves; es una ventana al kit de herramientas cuántico de la naturaleza'. La investigación futura probará el modelo en otros animales, como tortugas marinas.