Aves de todo el mundo comparten un grito de advertencia evolucionado contra parásitos
Un equipo internacional de investigadores ha descubierto que las aves de cuatro continentes producen vocalizaciones de quejido casi idénticas para advertir contra parásitos de nido. Esta respuesta aprendida se basa en un sonido innato, marcando el primer ejemplo conocido de tal vocalización híbrida en animales. Los hallazgos, publicados el 3 de octubre en Nature Ecology and Evolution, destacan cómo la selección natural moldea la comunicación cooperativa.
Las aves separadas por vastas distancias geográficas y millones de años de evolución comparten una advertencia vocal aprendida notablemente similar para identificar enemigos parasitarios cerca de sus nidos, según un equipo internacional liderado por investigadores de la Universidad de Cornell y la Estación Biológica de Doñana en Sevilla, España.
El estudio, uno de los más grandes y completos sobre parásitos de nido, examinó más de 20 especies diferentes de aves en Australia, China, Zambia y otras regiones. El parasitismo de nido implica que aves como los cucos pongan huevos en nidos de otras especies, obligando a los anfitriones a criar a los intrusos a menudo a expensas de su propia descendencia. Para contrarrestar esto, los anfitriones producen vocalizaciones de quejido al detectar parásitos.
"Los resultados representan el primer ejemplo conocido de una vocalización animal que se aprende a partir de una respuesta innata compartida entre múltiples especies", señalaron los investigadores. Cuando un ave escucha el sonido innato de quejido, investiga instintivamente y luego aprende a través de la transmisión social a asociarlo con parásitos.
"Es entonces, cuando las aves absorben las pistas a su alrededor, cuando el ave aprende cuándo producir el sonido en el futuro", dijo James Kennerley, coautor principal y becario postdoctoral en el Laboratorio de Ornitología de Cornell.
"Lo fascinante de este llamado es que representa un punto intermedio entre las vocalizaciones instintivas que a menudo vemos en animales y unidades vocales completamente aprendidas como las palabras humanas", añadió William Feeney, coautor principal y ecólogo evolutivo en la Estación Biológica de Doñana.
Estas especies habitan áreas con interacciones complejas entre parásitos y anfitriones, donde la cooperación es crucial. "Con las aves trabajando juntas para alejar a los parásitos, comunicar cómo y cuándo cooperar es realmente importante, por lo que este llamado aparece en partes del mundo donde las especies están más afectadas por el parasitismo de nido", explicó Kennerley.
Los hallazgos sugieren que esta evolución influye en patrones globales de comportamientos cooperativos y desafía suposiciones sobre la comunicación animal versus humana, potencialmente mostrando cómo las señales aprendidas evolucionaron de llamados innatos, como propuso Charles Darwin.