Blue Origin prepara New Glenn para el segundo intento de lanzamiento y recuperación
Blue Origin ha trasladado la primera etapa de su cohete New Glenn al Complejo de Lanzamiento 36 en Florida para su segundo vuelo. La misión busca lanzar dos naves espaciales ESCAPADE con destino a Marte, con una ventana objetivo a principios de noviembre. La compañía planea recuperar el impulsor, llamado 'Never Tell Me The Odds', estimando un 75 por ciento de probabilidades de éxito.
El miércoles por la mañana, Blue Origin movió la primera etapa de su cohete New Glenn desde su hangar hasta el Complejo de Lanzamiento 36 en Cabo Cañaveral, Florida, iniciando las preparaciones finales para el segundo lanzamiento del vehículo de gran capacidad de carga. Este traslado marca el inicio de las actividades previas al lanzamiento, incluyendo una prueba de encendido estático de la primera etapa.
La misión próxima desplegará dos naves espaciales idénticas del programa ESCAPADE, diseñadas para estudiar el viento solar en Marte. Según fuentes, Blue Origin apunta a un lanzamiento entre el 9 y el 11 de noviembre, asumiendo que todas las preparaciones transcurran sin problemas. La compañía no ha anunciado una fecha oficial de lanzamiento.
Este vuelo tiene una importancia particular debido al nombre del impulsor, 'Never Tell Me The Odds', y la intención de Blue Origin de recuperarlo en el barco dron Jacklyn para su reutilización. Internamente, los ingenieros evalúan una probabilidad del 75 por ciento de aterrizar con éxito el impulsor, a pesar del escepticismo externo. El primer lanzamiento de New Glenn en enero orbitó con éxito su carga útil, pero perdió la primera etapa debido a problemas de propulsión, impidiendo que alcanzara la zona de recuperación o probara controles clave de vuelo atmosférico.
En comparación, el Falcon 9 de SpaceX requirió múltiples intentos para lograr la recuperación: su primer descenso con potencia ocurrió en el sexto lanzamiento en septiembre de 2013, un aterrizaje controlado en el océano en el noveno vuelo, y el primer éxito en un barco dron en el 23º vuelo en abril de 2016. El equipo de Blue Origin se beneficia de algunos exingenieros de SpaceX, pero enfrenta desafíos en solo el segundo vuelo de un nuevo cohete.
Desde el punto de vista financiero, la reutilización es esencial para la viabilidad de New Glenn, ya que cada primera etapa cuesta más de 100 millones de dólares en construcción, incorporando características para una reutilización rápida. En un cronograma nominal, Blue Origin planea refurbir este impulsor en 90 días para el tercer vuelo, que llevará el módulo de aterrizaje lunar Mark 1. Sin embargo, la primera reutilización de un impulsor Falcon 9 de SpaceX tomó 356 días, lo que sugiere posibles retrasos.