California extiende el programa de tope y comercio mientras las tribus evalúan compensaciones
Los legisladores de California han extendido el programa estatal de tope y comercio hasta 2045, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La decisión llega mientras las naciones indígenas, que gestionan importantes tierras forestales, navegan los beneficios y desafíos de los proyectos de compensación de carbono vinculados al programa. Los líderes tribales enfatizan la necesidad de que los derechos indígenas guíen estas iniciativas climáticas.
El programa de tope y comercio de California, lanzado en 2013, establece un límite decreciente en las emisiones de gases de efecto invernadero de fuentes principales como plantas de energía, instalaciones industriales y distribuidores de combustible, cubriendo aproximadamente el 85 por ciento de las emisiones totales del estado. Las empresas que exceden sus asignaciones deben comprar créditos, ya sea del estado o a través de proyectos de compensación como la conservación forestal. El programa ha generado más de 7.000 millones de dólares, financiando iniciativas como el transporte limpio y la prevención de incendios forestales.
En 2022, como parte de un proyecto de ley de presupuesto estatal, los legisladores extendieron el programa hasta al menos 2045, asegurando su rol en el cumplimiento de los objetivos climáticos de California. Esta extensión se basa en la autorización inicial de 10 años del programa e incluye medidas para vincularlo con el sistema de Quebec para un comercio de emisiones más amplio.
Las naciones indígenas en California gestionan aproximadamente el 20 por ciento de los bosques del estado, convirtiéndolas en actores clave en proyectos de compensación que preservan bosques que almacenan carbono. Tribus como los Yurok han colaborado en tales iniciativas, utilizando los ingresos para apoyar la conservación y las necesidades comunitarias. Sin embargo, estos proyectos plantean compensaciones complejas para la soberanía tribal y los derechos territoriales.
“No estamos en contra de los mercados de carbono, pero queremos asegurarnos de que los derechos indígenas y el conocimiento indígena estén en el centro de estas conversaciones”, dijo Frankie Orona, vicepresidenta de la Tribu Paiute de Big Pine. Orona destacó preocupaciones de que las compensaciones podrían no entregar reducciones reales de emisiones y podrían priorizar intereses corporativos sobre las prioridades tribales.
En marzo de 2023, la Junta de Recursos Aéreos de California aprobó protocolos actualizados para proyectos de compensación, incluyendo verificaciones más estrictas para créditos basados en bosques. Estas reglas buscan abordar críticas de que algunas compensaciones exageran los beneficios. Los defensores tribales, a través de grupos como la Red Ambiental Indígena, continúan presionando por una mayor participación en el diseño de políticas, argumentando que la gestión liderada por indígenas ofrece la ruta más efectiva hacia la resiliencia climática.
La extensión subraya la estrategia climática agresiva de California, pero también destaca las tensiones continuas entre soluciones basadas en el mercado y la justicia ambiental equitativa. A medida que los proyectos de compensación se expanden, las naciones indígenas buscan garantías de que sus voces moldeen el futuro del programa.