Philip Lane detalla la política monetaria del BCE en discurso en Fráncfort
Philip R. Lane, miembro de la Junta Ejecutiva del BCE, pronunció un discurso principal el 6 de octubre de 2025 en Fráncfort del Meno, delineando la estrategia de política monetaria del BCE y las perspectivas actuales de inflación. Enfatizó el objetivo simétrico de inflación del 2% a medio plazo y un enfoque flexible, dependiente de los datos, para las decisiones futuras. El discurso destacó proyecciones que muestran la inflación estabilizándose cerca del objetivo en medio de una desinflación continua.
En su intervención en la Conferencia del BCE sobre Política Monetaria 2025: uniendo ciencia y práctica, Philip R. Lane explicó la estrategia del BCE, arraigada en la declaración actualizada de política monetaria. El Consejo de Gobierno apunta a una inflación del 2% a medio plazo, con un compromiso simétrico que trata las desviaciones en cualquier dirección como igualmente indeseables. Como afirmó Lane, "El Consejo de Gobierno considera que la estabilidad de precios se mantiene mejor apuntando a una inflación del dos por ciento a medio plazo. El compromiso del Consejo de Gobierno con este objetivo es simétrico." Este objetivo puntual proporciona claridad para las expectativas de inflación, a diferencia de un enfoque zonal.
La estrategia incorpora una orientación a medio plazo, permitiendo flexibilidad para desviaciones a corto plazo debido a shocks, retrasos en la transmisión e incertidumbre. Las decisiones integran la trayectoria de inflación más probable, los riesgos y análisis de escenarios, reconociendo una incertidumbre elevada por cambios estructurales como la geopolítica, la digitalización y las amenazas climáticas. Lane señaló que desviaciones grandes y sostenidas requieren acciones contundentes para prevenir expectativas desancladas.
En cuanto a las perspectivas, las proyecciones del personal de septiembre de 2025 muestran una inflación general del 2,1% en 2025, 1,7% en 2026 y 1,9% en 2027, más benigna que las medias de 2021-2024 de 2,6%, 8,4%, 5,4% y 2,4%. La inflación no energética, una medida subyacente clave, se espera en 2,5% en 2025, descendiendo a 2,0% en 2026 y 1,9% en 2027, impulsada por un crecimiento salarial decelerante del 3,4% al 2,7%, apreciación del euro, derrames energéticos y reversión de subsidios fiscales en declive. La inflación de servicios se proyecta en 3,4% en 2025, suavizándose a 2,3% para 2027; alimentos en 2,9% en 2025, estabilizándose en 2,3%; bienes industriales no energéticos permanecen bajos alrededor del 0,6-0,8%.
La inflación energética contrasta fuertemente, proyectada en -1,6% en 2025 y -1,1% en 2026, antes de saltar a 2,4% en 2027 debido en parte a la introducción del Sistema de Comercio de Emisiones de la UE 2. Esto sigue picos extremos del 13,0% en 2021 y 37,0% en 2022, con deflación reciente del -2,2% en 2024.
Para la política a corto plazo, Lane abogó por un enfoque dependiente de datos, reunión por reunión, sin comprometerse previamente con trayectorias de tipos. Las decisiones evaluarán dinámicas de inflación, fuerza de transmisión y riesgos como tensiones comerciales, fortaleza del euro y eventos geopolíticos. Riesgos a la baja incluyen una mayor apreciación del euro y fragmentación comercial que reducen la demanda; riesgos al alza abarcan disrupciones en cadenas de suministro y mayor gasto en defensa. Haciendo eco de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, Lane enfatizó la agilidad: "Debemos permanecer ágiles y listos para responder a los datos tal como llegan." Las opiniones expresadas son personales de Lane, no la postura colectiva del Consejo de Gobierno.