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Científicos desarrollan polímero autorreparable para uso submarino

29 de septiembre de 2025
Reportado por IA

Investigadores han creado un material polimérico novedoso que repara daños de manera autónoma mientras está sumergido en agua. Este avance podría transformar el mantenimiento en entornos marinos y submarinos. La innovación se detalló en un estudio publicado el 27 de septiembre de 2025.

Un equipo de ingenieros de la Universidad de California, liderado por la Dra. Elena Vasquez, ha diseñado un polímero autorreparable capaz de reparar grietas y desgarros en condiciones submarinas. El material, compuesto por enlaces covalentes dinámicos y componentes hidrofílicos, restaura su integridad estructural en horas después del daño, incluso a profundidades que simulan presiones oceánicas de hasta 100 metros.

El desarrollo surge de tres años de investigación en materiales adaptativos para entornos hostiles. Las pruebas iniciales en 2022 se centraron en condiciones secas, pero los desafíos con la interferencia del agua impulsaron innovaciones en la química de enlaces. Para septiembre de 2025, el equipo logró una eficiencia de curación del 95% en agua salina, verificada mediante mediciones de resistencia a la tracción antes y después de daños simulados.

"Este polímero no solo sobrevive al agua; prospera en ella, permitiendo aplicaciones como cascos de submarinos autorreparables o tuberías submarinas", declaró Vasquez en el resumen del estudio. La característica clave del material es su capacidad para formar enlaces cruzados reversibles que se activan al hidratarse, un proceso no factible con auto-reparadores hidrofóbicos anteriores.

El contexto de fondo resalta la necesidad de esta tecnología en medio del creciente infraestructura offshore, incluyendo parques eólicos y minería en aguas profundas. Las reparaciones tradicionales requieren dique seco o intervenciones de buzos, costando miles de millones anualmente. Aunque los resultados de laboratorio son prometedores, se planean pruebas de campo para 2026 en el Océano Pacífico.

No aparecen contradicciones mayores en la información, aunque el estudio señala limitaciones en temperaturas extremas por debajo de 5°C, donde la curación se ralentiza al 70% de eficiencia. Las implicaciones se extienden a usos biomédicos, como dispositivos implantables que se auto-reparan en fluidos corporales, pero la comercialización podría tomar de 5 a 10 años pendiente de pruebas de escalabilidad.

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