Científicos descubren nueva enzima para la degradación de plásticos
Investigadores han identificado una enzima novedosa que descompone plásticos comunes de manera más eficiente que los métodos existentes. El descubrimiento, detallado en un estudio publicado el 2 de octubre de 2025, podría acelerar los esfuerzos para combatir la contaminación por plásticos. La enzima se encontró en una muestra microbiana remota y muestra promesa para aplicaciones industriales.
En un avance para la ciencia ambiental, un equipo de investigadores anunció el descubrimiento de una nueva enzima capaz de degradar plásticos de tereftalato de polietileno (PET) a una velocidad 10 veces mayor que las variantes conocidas anteriormente. El estudio, liderado por la Dra. Elena Ramírez de la Universidad de California, Berkeley, se publicó en la revista Nature Biotechnology el 2 de octubre de 2025.
La enzima, llamada Petrolyse-1, se aisló de una bacteria del suelo recolectada en un vertedero contaminado por plásticos en el sudeste asiático durante una expedición en 2024. 'Esta enzima representa una solución natural a uno de los mayores desafíos de residuos de la humanidad', declaró la Dra. Ramírez en el resumen del artículo. 'Al ingeniar su sitio activo, logramos tasas de degradación que podrían hacer viable el reciclaje a gran escala.'
El contexto de fondo revela que los plásticos PET, utilizados en botellas y envases, se acumulan en vertederos y océanos, con una producción global que supera los 80 millones de toneladas anuales. Enzimas anteriores, como las de la bacteria Ideonella sakaiensis descubierta en 2016, degradan el PET pero lentamente, limitando su uso comercial. Petrolyse-1 opera de manera óptima a 30°C, lo que la hace adecuada para procesos industriales de baja energía.
La investigación involucró el cribado de más de 5.000 muestras microbianas, con Petrolyse-1 identificada mediante secuenciación metagenómica. Pruebas de laboratorio mostraron que descompone completamente una película de PET de 0,2 mm en 24 horas, en comparación con 240 horas para la enzima de referencia. No se notaron contradicciones en los detalles de la fuente, que enfatizan la especificidad de la enzima para el PET sin afectar otros materiales.
Las implicaciones incluyen la posible integración en plantas de biorreciclaje, reduciendo la dependencia del reciclaje mecánico intensivo en energía. Sin embargo, el equipo advierte que la escalabilidad requiere más pruebas de campo para evaluar la seguridad ambiental. Este descubrimiento se basa en esfuerzos globales en curso, como las negociaciones del tratado de la ONU sobre contaminación por plásticos, destacando el rol de la biotecnología en la sostenibilidad.