El presidente Donald Trump ha intensificado la campaña de EE.UU. contra los carteles de drogas, realizando cuatro ataques contra barcos sospechosos de tráfico de drogas en el Caribe y negándose a descartar acciones dentro de Venezuela. La administración notificó al Congreso sobre un 'conflicto armado no internacional' con contrabandistas, lo que ha generado debates sobre su legalidad. Expertos sugieren que esto marca un cambio audaz en la estrategia de contranarcóticos de EE.UU.
La postura agresiva de la administración Trump comenzó con un ataque letal el 19 de septiembre de 2025, dirigido a un buque vinculado a una organización terrorista designada en el área del Comando Sur de EE.UU., como anunció Trump en Truth Social. Desde entonces, tres ataques fatales más han impactado barcos alegadamente dedicados al tráfico de drogas en el Caribe, como parte de un esfuerzo por frenar los flujos de drogas. El 30 de septiembre, la Casa Blanca envió a los legisladores un memorando declarando la participación de EE.UU. en un 'conflicto armado no internacional' con contrabandistas de drogas.
El secretario de Guerra Pete Hegseth anunció una nueva Fuerza de Tarea Conjunta contra el narcotráfico en la región del Comando Sur, declarando en X: 'El objetivo de la fuerza de tarea es "aplastar a los carteles, detener el veneno y mantener a Estados Unidos seguro." El mensaje es claro: si traficas drogas hacia nuestras costas, te detendremos en seco.' Trump hizo eco de esta retórica, diciéndole a los líderes militares en la Base del Cuerpo de Marines Quantico el 30 de septiembre que su administración 'miraría muy seriamente a los carteles que vienen por tierra' y amenazando con 'volarte de la existencia.'
Para respaldar estos esfuerzos, EE.UU. desplegó destructores de misiles guiados de la Armada en el Caribe a partir de agosto, con despliegues esperados que duren meses o más, según Bryan Clark del Instituto Hudson. Geoff Ramsey del Consejo Atlántico señaló que tales acciones indican un enfoque de 'siguiente nivel', potencialmente dirigido a sitios dentro de Venezuela, aunque los desafíos incluyen desmantelar sus defensas aéreas sin involucrar directamente a su ejército. Ramsey destacó un incidente reciente en el que las fuerzas de EE.UU. no respondieron agresivamente a aviones F-16 venezolanos sobre un destructor, indicando reticencia a un conflicto más amplio.
Críticos, incluidos los senadores Adam Schiff y Tim Kaine, presentaron en septiembre una resolución de poderes de guerra para bloquear hostilidades contra grupos no estatales, llamando a los ataques 'claramente inconstitucionales' por falta de autorización congressional. La medida falló por 51-48 en el Senado, con apoyo de los republicanos Rand Paul y Lisa Murkowski, pero el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Jim Risch, defendió a Trump, diciendo que tiene la 'autoridad y el deber' de contrarrestar amenazas que matan a estadounidenses.
Expertos como Nathan Jones de la Universidad Rice predicen un impacto mínimo en los flujos de fentanilo, que principalmente se routan a través de México desde China, pero anticipan cambios alejándose de las rutas marítimas del Caribe.