Descubrimiento de interruptor celular ofrece esperanza para el tratamiento del Parkinson
Los científicos han identificado un regulador celular clave llamado PP2A-B55alpha que equilibra la salud mitocondrial, lo que podría llevar a nuevas terapias para la enfermedad de Parkinson. En modelos preclínicos, reducir su actividad mejoró los síntomas motores y la función mitocondrial. Los hallazgos, publicados en Science Advances, podrían extenderse a otros trastornos mitocondriales y al cáncer.
Las mitocondrias, los productores de energía de la célula, mantienen un delicado equilibrio entre la eliminación de organelos dañados a través de la mitofagia y la generación de nuevos mediante la biogénesis. Las alteraciones en este proceso contribuyen a enfermedades como el Parkinson, donde la pérdida de mitocondrias lleva a la muerte de neuronas dopaminérgicas.
Investigadores de la Università Cattolica en Roma y la Universidad Roma Tre descubrieron que la fosfatasa B55 (PP2A-B55alpha) juega un papel central en esta regulación. "Por un lado", explica el profesor Francesco Cecconi, "promueve la eliminación de mitocondrias dañadas estimulando la mitofagia, un proceso selectivo para eliminar organelos ineficientes y potencialmente peligrosos. Por el otro, B55 actúa como un controlador de la biogénesis mitocondrial, estabilizando el principal promotor de la formación de nuevas mitocondrias."
Esta función dual depende de la interacción de B55 con Parkin, una proteína implicada en los mecanismos de mitofagia del Parkinson. En modelos animales utilizando moscas de la fruta Drosophila, reducir los niveles de B55 mejoró los defectos motores y las alteraciones mitocondriales típicas de la enfermedad, un efecto que requiere la presencia de Parkin y se centra principalmente en la biogénesis.
El estudio, liderado por Cecconi y realizado por Valentina Cianfanelli, se publicó en Science Advances el 4 de octubre de 2025 (volumen 11, número 40; DOI: 10.1126/sciadv.adw7376). Sugiere el desarrollo de pequeñas moléculas que penetren en el cerebro para dirigirse a B55 en neuronas dopaminérgicas, potencialmente contrarrestando la muerte celular. El profesor Cecconi señala aplicaciones más amplias: un fármaco 'universal' que module B55 podría tratar miopatías mitocondriales, enfermedades neurodegenerativas e incluso mejorar las terapias contra el cáncer al disrupting la plasticidad de las células tumorales.
La investigación futura se centrará en identificar moléculas y estrategias seguras en modelos preclínicos y humanos para modular B55 en estas condiciones.