En una nueva entrevista, el Dr. Bruce M. Cohen de la Escuela de Medicina de Harvard discute cómo las disrupciones en la producción de energía de las células cerebrales pueden subyacer a los principales trastornos psiquiátricos. Su investigación utilizando células madre pluripotentes inducidas revela defectos metabólicos en condiciones como la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Los hallazgos abogan por un cambio hacia diagnósticos y tratamientos preventivos basados en la biología.
El Dr. Bruce M. Cohen, profesor Robertson-Steele de Psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard y director del Programa de Investigación Neuropsiquiátrica en el Hospital McLean, compartió ideas de casi cincuenta años de trabajo en una entrevista publicada el 14 de octubre de 2025 por Genomic Press en Genomic Psychiatry. Su laboratorio ha sido pionero en técnicas para cultivar células cerebrales vivas a partir de muestras de pacientes utilizando tecnología de células madre pluripotentes inducidas. "Nos da pistas que no teníamos hace cuarenta años", señaló Cohen, destacando cómo estos métodos identifican disrupciones en el metabolismo energético celular y las conexiones celulares centrales en las enfermedades psiquiátricas.
Estudios del equipo de Cohen muestran que las células cerebrales derivadas de individuos con esquizofrenia, trastorno bipolar o enfermedad de Alzheimer exhiben defectos metabólicos intrínsecos. Estos hallazgos desafían las visiones tradicionales centradas en desequilibrios de neurotransmisores, enfatizando la fuerte dependencia del cerebro en una producción de energía precisa. Con más de 400 artículos científicos y cinco patentes, el trabajo de Cohen sugiere que tratamientos dirigidos podrían corregir estos problemas incluso antes de que aparezcan los síntomas, promoviendo la prevención a nivel mundial.
Cohen aboga por abandonar diagnósticos categóricos rígidos, como el término "esquizofrenia", en favor de un enfoque dimensional basado en perfiles de síntomas. Este modelo basado en evidencia captura mejor la complejidad de la enfermedad, reduce el estigma y se alinea con la práctica clínica, potencialmente mejorando los resultados en diversos sistemas de salud. Argumenta que respeta los contextos locales mientras ofrece aplicabilidad universal.
De 1997 a 2005, Cohen sirvió como presidente y psiquiatra en jefe del Hospital McLean, revirtiendo el declive financiero y estableciendo más de 30 nuevos programas, incluyendo el centro Waverley Place dirigido por pares. Su trayectoria personal, influida por intereses tempranos en física e interacciones con pacientes, subraya la perseverancia en la ciencia. Casado por más de 55 años, Cohen atribuye el apoyo familiar a su carrera. Mirando hacia el futuro, se enfoca en intervenciones tempranas utilizando análisis genómico y modelado celular para abordar vulnerabilidades en trastornos psicóticos y demencia.