Dosis más alta de semaglutida impulsa la pérdida de peso en ensayos de obesidad
Dos ensayos clínicos de fase 3 muestran que una dosis semanal de 7,2 mg de semaglutida conduce a una mayor pérdida de peso que la dosis aprobada de 2,4 mg en adultos con obesidad, incluidos aquellos con diabetes tipo 2. Casi la mitad de los participantes en la dosis más alta perdieron el 20 % o más de su peso corporal en 72 semanas. Los resultados, publicados en The Lancet Diabetes & Endocrinology, sugieren una salud metabólica mejorada con un perfil de seguridad favorable.
Los ensayos STEP UP y STEP UP T2D, los primeros en probar la escalada de semaglutida de 2,4 mg a 7,2 mg, involucraron a participantes aleatorizados que recibieron la dosis más alta, la dosis estándar o placebo, junto con intervenciones de estilo de vida como asesoramiento dietético y actividad física durante 72 semanas.
En adultos sin diabetes, la dosis de 7,2 mg resultó en una pérdida de peso promedio de casi el 19 %, en comparación con el 16 % con 2,4 mg y el 4 % con placebo. Casi la mitad de los que recibieron la dosis más alta lograron una pérdida de peso corporal del 20 % o más, mientras que alrededor de un tercio perdieron al menos el 25 %. Los participantes vieron reducciones en la circunferencia de la cintura, la presión arterial, el azúcar en sangre y los niveles de colesterol, abordando riesgos clave relacionados con la obesidad.
Para adultos con obesidad y diabetes tipo 2, la dosis más alta produjo una pérdida de peso promedio del 13 % frente al 10 % con 2,4 mg y el 3,9 % con placebo, además de mejoras significativas en el azúcar en sangre y el tamaño de la cintura.
Los ensayos reportaron que la dosis de 7,2 mg es segura y bien tolerada. Los efectos secundarios comunes incluyeron problemas gastrointestinales como náuseas y diarrea, y síntomas sensoriales como hormigueo, que en su mayoría fueron leves, temporales y manejables sin aumentar las tasas de abandono. No se produjo un aumento en eventos adversos graves ni en hipoglucemia severa.
Los investigadores señalan que esta dosis podría mejorar el tratamiento de la obesidad al ofrecer una mayor reducción de peso y beneficios metabólicos, potencialmente reduciendo las complicaciones globales de la obesidad. Sin embargo, enfatizan la necesidad de estudios a más largo plazo para confirmar los beneficios y riesgos sostenidos.