Lagarde insta a un papel global más fuerte para el euro
En un discurso en París, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, abogó por mejorar el estatus internacional del euro para convertir la apertura de Europa en una fortaleza económica. Destacó cómo los recientes flujos de refugio seguro hacia el euro en medio de la turbulencia en EE.UU. presionaron el tipo de cambio, subrayando la necesidad de mercados más profundos e integración. Lagarde enfatizó que un euro más global podría proteger a los exportadores y fomentar la resiliencia frente a shocks externos.
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, pronunció su discurso titulado 'Convertir la apertura en fortaleza: el momento del euro' el 7 de octubre de 2025, en el evento de Business France 'Business en Européens' en París. Comenzó con una referencia a la declaración de John Connally en la década de 1970: “El dólar puede ser nuestra moneda, pero es su problema”, señalando su resonancia actual ya que los inversores buscaron el euro como refugio seguro a principios de 2025 en medio de la turbulencia en las políticas de EE.UU., lo que llevó a una apreciación del tipo de cambio.
Lagarde explicó que las exportaciones de Europa alcanzaron casi 4 billones de euros el año pasado, lo que la convierte en la economía mayor más abierta pero vulnerable a los vínculos entre el comercio y la geopolítica. Aclaró que no hay un vínculo mecánico a largo plazo entre el papel global de una moneda y la fortaleza de su tipo de cambio, citando la historia de fluctuaciones del dólar a pesar de su dominio como reserva. Para el euro, su papel global y su tipo de cambio subieron juntos en la primera década, declinaron después de la crisis financiera, pero se desacoplaron en la tercera década.
El área del euro se beneficia de mercados de divisas profundos —el volumen de USD/EUR es 20 veces mayor que EUR/CHF o EUR/JPY— y el 52% de las importaciones facturadas en euros, amortiguando la volatilidad. Sin embargo, su mercado de bonos soberanos con calificación AAA y AA suma 6,6 billones de euros, una quinta parte del tamaño de EE.UU., y los mercados de acciones son menos de la mitad de grandes con rendimientos más bajos desde 2009. Más de 11,5 billones de euros en ahorros de los hogares están en depósitos, obstaculizando la inversión productiva.
Los flujos de refugio seguro arriesgan inflar el euro y perjudicar a los exportadores, posicionando a Europa como 'testigos inocentes' de las decisiones de EE.UU. Para contrarrestar esto, Lagarde abogó por completar el Mercado Único, construir una unión de ahorros e inversiones, y forjar acuerdos comerciales que podrían impulsar las exportaciones de la UE en un 40% para 2032. La UE lidera el comercio para 72 países, cubriendo el 40% del PIB global, con dos quintos del comercio mundial facturado en euros.
Mejorar los pagos transfronterizos, como un euro digital y la interconexión de TARGET Instant Payment, más las líneas de liquidez del BCE, promovería un uso más amplio. Mantener la integridad institucional, con la confianza en la UE en su punto más alto desde 2007, es clave. Un aumento del 2% en el comercio intraeuropeo podría compensar una caída del 9% en las exportaciones a EE.UU. por nuevos aranceles, por valor de 66.000 millones de euros.
En conclusión, Lagarde citó a Antoine de Saint-Exupéry: “El futuro no es más que el presente por ordenar”, instando a reformas para hacer del euro un pilar de estabilidad.