Finca cafetalera nicaragüense adopta la agricultura regenerativa
Una finca de café en la región de Matagalpa, Nicaragua, está pionera en agricultura regenerativa para impulsar la sostenibilidad y la salud del suelo. La Cumplida, en asociación con Rainforest Alliance, ha implementado prácticas como cultivos de cobertura y agroforestería. Estos esfuerzos buscan mejorar la biodiversidad y la resiliencia frente a los desafíos climáticos.
La Cumplida, una finca de café de 200 hectáreas ubicada en las montañas de Matagalpa, Nicaragua, ha cambiado a métodos de agricultura regenerativa bajo la guía de Rainforest Alliance. La finca, propiedad de la familia Pomares desde 1945, comenzó a integrar estas prácticas en 2020 para abordar la degradación del suelo y la disminución de los rendimientos causados por la agricultura convencional.
Las técnicas regenerativas en La Cumplida incluyen la siembra de cultivos de cobertura como leguminosas para mejorar la fertilidad del suelo, el cultivo intercalado de café con árboles de sombra para promover la biodiversidad y la reducción del uso de fertilizantes sintéticos en un 50%. El gerente de la finca, Juan Pomares, explicó: 'Hemos visto un aumento del 2% en la materia orgánica del suelo en solo dos años, lo que significa una mejor retención de agua y plantas más saludables'. Estos cambios han llevado a un aumento del 15% en la producción de café mientras se reducen los costos de insumos.
La certificación de Rainforest Alliance, obtenida en 2022, asegura el cumplimiento de estándares para la gestión sostenible de la tierra y el bienestar de los trabajadores. Según el informe de la organización, fincas como La Cumplida contribuyen a la captura de carbono, con potencial para almacenar hasta 5 toneladas de CO2 por hectárea anualmente a través de la agroforestería. Esto se alinea con esfuerzos más amplios en Nicaragua, donde el café cubre 150.000 hectáreas y apoya a 50.000 familias, muchas de las cuales enfrentan vulnerabilidades climáticas como lluvias erráticas.
Persisten desafíos, incluyendo costos iniciales de inversión y la necesidad de capacitación para los agricultores. Sin embargo, Pomares señaló: 'Los beneficios a largo plazo para nuestra comunidad y el medio ambiente lo hacen valer la pena'. La iniciativa sirve como modelo para otros productores nicaragüenses, demostrando cómo las prácticas regenerativas pueden equilibrar la productividad con la restauración ecológica en regiones cafetaleras de todo el mundo.