Investigadores crean plástico biodegradable resistente a partir de bambú
Científicos en China han desarrollado un plástico duro a partir de celulosa de bambú que iguala la resistencia de los plásticos de ingeniería convencionales utilizados en automóviles y electrodomésticos. Este bioplástico es completamente reciclable y se biodegrada en el suelo en un plazo de 50 días. La innovación aborda las limitaciones en las propiedades mecánicas de los bioplásticos y su compatibilidad con los procesos de fabricación.
Los bioplásticos, derivados de materia biológica, representan actualmente solo alrededor de la mitad de un por ciento de los más de 400 millones de toneladas de plásticos producidos anualmente. A menudo quedan cortos en resistencia mecánica en comparación con los plásticos basados en petróleo y no se integran fácilmente en los procesos de fabricación estándar.
Dawei Zhao y su equipo en la Universidad de Tecnología Química de Shenyang en China han superado estos desafíos produciendo un plástico a partir de celulosa derivada del bambú. El bambú, un recurso renovable de rápido crecimiento, ha sido subutilizado más allá de los productos tejidos tradicionales. Como señala Zhao, “El rápido crecimiento del bambú lo convierte en un recurso altamente renovable, proporcionando una alternativa sostenible a las fuentes tradicionales de madera, pero sus aplicaciones actuales aún están en gran medida limitadas a productos tejidos más tradicionales”.
El proceso implica tratar el bambú con cloruro de zinc y un ácido simple para descomponer sus fuertes enlaces químicos en moléculas de celulosa más pequeñas, seguido de la adición de etanol para solidificarlas en un plástico resistente. Este material rivaliza con los plásticos de ingeniería utilizados en vehículos, electrodomésticos y construcción, según Andrew Dove de la Universidad de Birmingham en el Reino Unido, quien no participó en el estudio.
Dove destaca sus limitaciones: “No es algo que vaya a desafiar el uso de los principales plásticos que utilizamos en el empaquetado, como el polietileno y el polipropileno. Pero aunque está dirigido a un conjunto más pequeño de plásticos de ingeniería, aún podría ayudar a aliviar algunas de las preocupaciones sobre el abastecimiento de los plásticos incumbentes en esa área”. El plástico retiene el 90 por ciento de su resistencia después de un reciclaje completo, aunque su afirmación de biodegradabilidad —descomponerse completamente en el suelo en un plazo de 50 días— requiere mayor validación, ya que afirmaciones similares para otros bioplásticos no siempre se han cumplido.
La investigación aparece en Nature Communications (DOI: 10.1038/s41467-025-63904-2).