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Planeta rogue acumula masa a un récord de 6 mil millones de toneladas por segundo

3 de octubre de 2025
Reportado por IA

Los astrónomos han observado un planeta flotante ganando masa a una tasa sin precedentes mientras atraviesa el medio interestelar. Este mundo rogue, similar en tamaño a Júpiter, está añadiendo 6 mil millones de toneladas cada segundo en lo que los investigadores llaman un crecimiento récord. Este descubrimiento resalta cómo tales planetas pueden evolucionar independientemente de las estrellas.

En un ejemplo impactante de oportunismo cósmico, un planeta rogue que vaga por la galaxia ha sido captado en el acto de expansión rápida. A diferencia de los planetas atados a estrellas, este mundo flotante se mueve solo a través de la vasta vacuidad del espacio, recogiendo gas y polvo del medio interestelar en su camino.

La observación proviene de un estudio publicado en Astrophysical Journal Letters, detallando datos del telescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA). Los investigadores identificaron el planeta, apodado un 'súper-Júpiter' con aproximadamente 13 veces la masa de nuestro Júpiter, avanzando a velocidades superiores a 30 kilómetros por segundo. A esta velocidad, comprime y calienta el gas circundante, lo que lleva a una acreción a una tasa de 6 mil millones de toneladas por segundo, equivalente a la masa de una pequeña montaña añadida en cada momento.

"Esta es una tasa de crecimiento extraordinaria, diferente a cualquier cosa que hayamos visto antes para un planeta que no orbita una estrella", dijo el investigador principal Aaron Skinner de la Universidad de Warwick. El proceso se asemeja a cómo se forman las estrellas, pero a escala planetaria, sugiriendo que los planetas rogue podrían engordar significativamente durante miles de millones de años, potencialmente evolucionando hacia enanas marrones.

El contexto de fondo revela que los planetas rogue son expulsados de sus sistemas estelares temprano en su formación, numerando en miles de millones a través de la Vía Láctea. Modelos anteriores predecían un crecimiento lento para estos nómadas, pero este evento desafía esas suposiciones. La ubicación del planeta está aproximadamente a 400 años luz en la constelación de Orión, observada en longitudes de onda infrarrojas y submilimétricas para detectar el envolvente luminoso de material acrecentado.

Aunque el crecimiento es temporal, durando quizás unos pocos millones de años mientras el planeta atraviesa una nube de gas densa, sus implicaciones son amplias. Ofrece insights sobre la formación de planetas en aislamiento y la dinámica del medio interestelar. No aparecen contradicciones directas en los datos, aunque observaciones futuras con el Telescopio Espacial James Webb podrían refinar las estimaciones de ganancia de masa.

Este descubrimiento subraya la naturaleza dinámica de nuestra galaxia, donde incluso los mundos más aislados pueden prosperar a través del movimiento implacable.

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