Tesla ha comenzado a implementar asas ergonómicas y de fácil agarre en los cables de los sitios de Superchargers V4 recién instalados para mejorar la accesibilidad. Estas modificaciones buscan cumplir con la Ley de Estadounidenses con Discapacidades y servir mejor a usuarios de sillas de ruedas y personas con movilidad limitada. La actualización llega mientras la red se abre a más vehículos eléctricos no Tesla.
La red de Superchargers de Tesla, conocida por su velocidad y fiabilidad, está recibiendo una actualización centrada en la inclusividad en lugar del rendimiento. La compañía ha empezado a instalar asas grandes y de fácil agarre posicionadas justo debajo del enchufe en los cables de los Superchargers V4. Estas asas facilitan el manejo del cable desde el puesto hasta un vehículo, abordando el peso de los cables a pesar de que son más livianos en comparación con las alternativas CCS.
Los puestos equipados con las nuevas asas cuentan con un letrero de accesibilidad que dice “Carga de VE accesible. Úsala última”. Muchos también incluyen símbolos de accesibilidad pintados. A diferencia del estacionamiento designado para discapacitados, estos puestos permanecen abiertos a todos los usuarios, pero la señalización fomenta la cortesía hacia aquellos que más la necesitan, similar a las reglas para puestos de remolque de paso que solo deben usarse cuando los demás están ocupados.
Este cambio se alinea con la Ley de Estadounidenses con Discapacidades, que exige adaptaciones en instalaciones públicas como estaciones de carga de VE. A medida que la adopción de vehículos eléctricos se expande, incluyendo entre conductores mayores y personas con discapacidades, estas características se convierten en diferenciadores clave. La red de Tesla, ahora accesible a VE no Tesla a través del Estándar de Carga Norteamericano, enfrenta una demanda creciente de un público más amplio.
El conector de Tesla y el adaptador CCS integrado permanecen sin cambios, preservando la compatibilidad. Al priorizar la accesibilidad, Tesla podría establecer un estándar que presione a las redes competidoras a seguir su ejemplo, asegurando que la experiencia de carga funcione para todos.