Un equipo internacional de investigadores ha descubierto un fósil de 151 millones de años de un mosquito no picador en Australia, el más antiguo conocido del hemisferio sur. Este hallazgo, nombrado Telmatomyia talbragarica, revela adaptaciones de agua dulce previamente vinculadas solo a especies marinas, sugiriendo que la familia Chironomidae se originó en Gondwana. El descubrimiento remodela la comprensión de la biogeografía de insectos antiguos.
El fósil fue desenterrado en las camas de peces de Talbragar en Nueva Gales del Sur, Australia, un sitio que alguna vez presentó entornos de agua dulce estancados similares a lagos. Datado en el período Jurásico hace alrededor de 151 millones de años, pertenece a la subfamilia Podonominae de Chironomidae, mosquitos no picadores que prosperan en hábitats de agua dulce hoy en día.
Los investigadores examinaron seis especímenes, incluyendo pupas y adultos emergentes, todos con un disco terminal: una estructura para anclarse a rocas en agua corriente. Previamente, esta adaptación solo se documentó en organismos marinos, pero el contexto de agua dulce de Talbragar indica una notable plasticidad fenotípica en estos quirónomidos tempranos.
"Este fósil, que es el hallazgo registrado más antiguo en el hemisferio sur, indica que este grupo de animales de agua dulce podría haberse originado en el supercontinente sur de Gondwana", dijo Viktor Baranov, investigador en la Estación Biológica de Doñana y autor principal del estudio publicado en Gondwana Research.
El descubrimiento desafía teorías previas de un origen laurasiático para Podonominae, que sugerían evolución en el norte de Gondwana antes de la dispersión hacia el norte. En cambio, la evidencia apunta a un comienzo en el hemisferio sur, seguido de una dispersión global mediante vicarianza después de la ruptura de Gondwana, como propuso Lars Brundin en 1966. Hoy en día, estas especies se encuentran principalmente en Sudamérica, Australia, Sudáfrica y Nueva Zelanda.
Persisten limitaciones debido a la escasez de fósiles del hemisferio sur; la mayoría de los registros son del hemisferio norte. "Por esto terminamos haciendo suposiciones incorrectas sobre dónde se originaron los grupos", señaló el paleontólogo Matthew McCurry del Museo Australiano y la Universidad de Nueva Gales del Sur. Steve Trewick, profesor en la Universidad Massey, agregó: "hay preguntas de larga data sobre la forma en que se formaron y cambiaron las biotas del hemisferio sur a lo largo del tiempo geológico. Las especies fósiles de insectos de agua dulce diminutos y delicados como la mosca de Talbragar son raras y nos ayudan a interpretar la historia de la vida en nuestro planeta".
El estudio, que involucra a expertos del Instituto de Investigación del Museo Australiano, la Universidad de Nueva Gales del Sur, la Universidad de Múnich y la Universidad Massey, combina análisis de fósiles con genómica para explorar patrones de dispersión post-Gondwana, ayudando a la conservación de la biodiversidad moderna.