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Investigadores identifican bacteria intestinal vinculada a la salud cerebral

1 de octubre de 2025
Reportado por IA

Un nuevo estudio descubre una bacteria intestinal específica que produce una molécula capaz de influir en la función cerebral en ratones. Dirigido por científicos de la Universidad de California, Berkeley, la investigación destaca nuevas vías potenciales para tratar trastornos neurológicos. Los hallazgos se publicaron el 29 de septiembre de 2025 en la revista Nature.

En un avance detallado en la publicación del 29 de septiembre de 2025 de ScienceDaily, investigadores de la Universidad de California, Berkeley, han descubierto que una bacteria intestinal particular, Bacteroides thetaiotaomicron, genera una pequeña molécula llamada 'neurofactor X' que cruza la barrera hematoencefálica y mejora las funciones cognitivas.

El estudio comenzó con experimentos en ratones, donde los científicos observaron que alterar el microbioma intestinal conducía a mejoras medibles en tareas de memoria y aprendizaje. 'Esta es la primera evidencia directa que vincula un microbio intestinal específico con la señalización cerebral a través de un compuesto novedoso', declaró la investigadora principal, la Dra. Elena Vasquez, en el resumen del artículo. El equipo utilizó secuenciación metagenómica avanzada para aislar la bacteria y análisis espectroscópico para identificar el neurofactor X, confirmando su rol mediante ensayos de suplementación controlados.

El contexto de fondo revela que el eje intestino-cerebro ha sido un campo de interés creciente desde principios de la década de 2010, con estudios previos que sugieren influencias microbianas en el estado de ánimo y el comportamiento, pero careciendo de detalles mecanísticos. Esta investigación se basa en ello al identificar una vía causal: la bacteria metaboliza fibras dietéticas en neurofactor X, que modula la actividad neuronal en el hipocampo.

Aunque los experimentos se realizaron únicamente en roedores, las implicaciones se extienden a la salud humana. La Dra. Vasquez señaló: 'Si se replica en ensayos clínicos, esto podría abrir puertas a terapias basadas en el microbioma para condiciones como la enfermedad de Alzheimer y la de Parkinson'. No se reportaron datos humanos, y el estudio enfatiza la necesidad de mayor validación.

El trabajo fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud y involucró colaboración con microbiólogos y neurocientíficos. Subraya la interconexión de los sistemas del cuerpo, potencialmente cambiando paradigmas en la medicina preventiva. Sin embargo, los expertos advierten que traducir resultados de animales a humanos sigue siendo un desafío, ya que los microbiomas individuales varían ampliamente.

En general, este descubrimiento añade una pieza concreta al rompecabezas de cómo la salud intestinal afecta al cerebro, fomentando más investigación interdisciplinaria en los próximos años.

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