La terapia con células madre reduce el riesgo de insuficiencia cardíaca tras un infarto

Un gran ensayo clínico ha demostrado que infundir células madre mesenquimales de sangre de cordón umbilical poco después de un primer infarto reduce el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca en casi un 60 por ciento durante tres años. El tratamiento, administrado en un plazo de tres a siete días, también mejoró la función de bombeo del corazón en comparación con el cuidado estándar. Investigadores de la Universidad de Shiraz en Irán dirigieron el estudio, proporcionando evidencia sólida del potencial regenerativo de las células madre.

Los infartos causan daños permanentes en el músculo cardíaco, lo que a menudo lleva a la insuficiencia cardíaca, donde el corazón no puede bombear suficiente sangre. Actualmente no hay tratamientos que restauren la función más allá de trasplantes o bombas. La terapia con células madre se ha explorado como una opción regenerativa, aunque estudios previos arrojaron resultados mixtos. Un ensayo de 2020 con 375 participantes que utilizó células madre derivadas de médula ósea no redujo el riesgo de muerte más que el cuidado estándar, que incluye medicamentos para la presión arterial, coágulos y colesterol, además de rehabilitación.

En el último ensayo, Armin Attar de la Universidad de Shiraz y colegas utilizaron células madre mesenquimales, que pueden convertirse en células estructurales como cartílago y grasa, y liberan moléculas antiinflamatorias para ayudar en la regeneración. Obtuvieron las células de sangre de cordón umbilical para una preparación rápida—a diferencia de las células derivadas del paciente, que tardan un mes en cultivarse—y las infundieron en 136 pacientes de 18 a 65 años en un plazo de tres a siete días después de su primer infarto. Un grupo de control de 260 pacientes recibió el cuidado estándar.

Después de tres años, el grupo de células madre tenía un 57 por ciento menos de probabilidades de desarrollar insuficiencia cardíaca y un 78 por ciento menos de probabilidades de ser hospitalizado por ella. También mostraron mejoras significativas en la capacidad de bombeo de sangre del corazón, lo que indica regeneración tisular. La terapia no redujo el riesgo general de muerte durante el estudio.

"Este es un gran avance", dice Attar. Hina Chaudhry de la Icahn School of Medicine at Mount Sinai destaca la importancia de la reducción de hospitalizaciones, ya que la insuficiencia cardíaca lidera las hospitalizaciones en EE.UU. Sin embargo, el 80 por ciento de los participantes eran hombres y todos eran relativamente jóvenes; las mujeres, que enfrentan un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca post-infarto, y los pacientes mayores pueden responder de manera diferente, aunque el análisis por género no mostró diferencias en los resultados.

Los resultados, publicados en The BMJ (DOI: 10.1136/bmj-2024-083382), fortalecen la evidencia de las células madre en la reparación cardíaca, pero no curan completamente el corazón. "No hay fármaco ni terapia en este planeta que reemplace esas células musculares cardíacas perdidas", dice Chaudhry, agregando que este tipo de investigación avanza en la comprensión de la regeneración cardíaca.

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