Estudio revierte la idea de que beber ligeramente protege la salud cerebral
Un estudio a gran escala que combina datos observacionales y genéticos ha encontrado que cualquier consumo de alcohol aumenta el riesgo de demencia, sin identificar un nivel seguro. Publicado en BMJ Evidence Based Medicine, la investigación desafía creencias previas sobre los beneficios del consumo moderado de alcohol. El riesgo de demencia aumenta linealmente con la ingesta de alcohol, según el análisis.
Los investigadores analizaron datos de 559.559 participantes en el Programa de Veteranos Millonario de EE.UU. y el UK Biobank, monitoreándolos por demencia durante períodos de 4 años en el grupo de EE.UU. y 12 años en el grupo del Reino Unido. Más del 90% de los participantes reportaron consumo de alcohol, evaluado mediante cuestionarios y la herramienta AUDIT-C para patrones peligrosos como el consumo excesivo.
En los análisis observacionales, apareció una asociación en forma de U, con no bebedores y bebedores empedernidos (40 o más bebidas semanales) enfrentando un riesgo de demencia 41-51% mayor en comparación con bebedores ligeros (menos de 7 bebidas semanales). Sin embargo, la aleatorización mendeliana utilizando datos genéticos de 2,4 millones de personas no reveló tal curva. En cambio, el riesgo de demencia aumentó de manera constante con el uso de alcohol predicho genéticamente.
Por ejemplo, un extra de 1-3 bebidas por semana se vinculó a un riesgo 15% mayor, mientras que un duplicado en el riesgo genético de dependencia al alcohol se asoció con un aumento del 16%. El estudio no encontró efectos protectores del consumo bajo de alcohol, atribuyendo hallazgos observacionales pasados a causalidad inversa: las personas con declive cognitivo temprano a menudo reducen la ingesta de alcohol antes del diagnóstico.
"Nuestros hallazgos apoyan un efecto perjudicial de todos los tipos de consumo de alcohol en el riesgo de demencia, sin evidencia que respalde el efecto protector sugerido previamente del consumo moderado", concluyeron los investigadores. Notaron limitaciones, incluyendo asociaciones más fuertes entre personas de ascendencia europea debido a los tamaños de muestra, y suposiciones no verificadas en métodos genéticos.
Los hallazgos, que involucran diversas ascendencias, instan a reducir el alcohol como estrategia de prevención de la demencia, enfatizando la necesidad de abordar la causalidad inversa en estudios previos.