Los científicos han desarrollado vacunas de ARNm que producen nanopartículas similares a virus dentro de las células, lo que potencialmente ofrece respuestas inmunes más robustas que las versiones actuales. En estudios con ratones, este enfoque generó niveles de anticuerpos hasta 28 veces más altos que las vacunas de ARNm estándar. La innovación podría reducir los efectos secundarios al permitir dosis más bajas mientras se mantiene la eficacia.
Las vacunas tradicionales evolucionaron desde virus vivos debilitados, que son efectivos pero riesgosos para aquellos con sistemas inmunes comprometidos, hasta versiones más seguras inactivadas y de subunidades proteicas que a menudo producen respuestas más débiles. Para abordar esto, los investigadores incorporan proteínas virales en nanopartículas esféricas que imitan a los virus, mejorando el reconocimiento inmunológico sin los peligros de los patógenos vivos.
Durante la pandemia de covid-19, una vacuna de nanopartículas basada en proteínas llamada Skycovion fue aprobada en Corea del Sur en 2022. Sin embargo, las vacunas de ARNm como las de covid-19 ganaron prominencia debido a su producción rápida y rentable, ya que proporcionan instrucciones genéticas para que las células fabriquen proteínas virales. Estas proteínas protruyen de las superficies celulares, mejorando las respuestas sobre las proteínas flotantes libres, pero quedando cortas en la eficacia de las nanopartículas.
Grace Hendricks de la Universidad de Washington en Seattle y su equipo combinaron estas fortalezas ingenierizando ARNm para codificar componentes de Skycovion. Inyectado en ratones, el ARNm impulsó a las células a ensamblar nanopartículas internamente, resultando en una respuesta inmune hasta 28 veces más fuerte que las vacunas de ARNm convencionales. Los efectos secundarios, causados por reacciones al ARNm y partículas lipídicas, podrían minimizarse con dosis más bajas. "Así, la importante respuesta inmune se mantiene igual, pero los efectos secundarios serían menores porque se administró una dosis más pequeña," explicó Hendricks.
"Esto fue solo una prueba de concepto de esta entrega genética," agregó. El equipo ahora está desarrollando vacunas similares contra la gripe, el virus de Epstein-Barr —que puede causar cánceres— y otros patógenos. William Schief del Instituto de Investigación Scripps expresó entusiasmo: "Estoy entusiasmado con la promesa de las nanopartículas proteicas lanzadas por ARNm para vacunas." Su grupo ha visto resultados fuertes en ensayos clínicos y modelos de ratones. A pesar de este progreso, EE.UU. recientemente anunció recortes significativos al financiamiento para el desarrollo de vacunas de ARNm.
La investigación fue publicada en Science Translational Medicine (DOI: 10.1126/scitranslmed.adu2085).