El presidente Emmanuel Macron y el primer ministro redesignado Sébastien Lecornu anunciaron el domingo por la noche la composición de un nuevo gobierno de 34 miembros, que combina figuras de la sociedad civil y personalidades políticas moderadas. Este equipo, que enfrenta amenazas de censura de la oposición, busca aprobar el presupuesto de 2026 para fin de año. Los Republicanos excluyen a sus miembros que se unieron al ejecutivo, profundizando las divisiones internas de la derecha.
El 12 de octubre de 2025, el Palacio del Elíseo publicó la lista del gobierno Lecornu 2, formado tras la rápida dimisión del equipo anterior en medio de una crisis política tras la disolución de 2024. Redesignado el viernes, Sébastien Lecornu propuso una mezcla de perfiles experimentados y nuevas caras, sin evidentes ambiciones presidenciales. Los ministros clave incluyen a Gérald Darmanin en Justicia, Laurent Nuñez en Interior, Catherine Vautrin en Fuerzas Armadas, Jean-Pierre Farandou en Trabajo, Rachida Dati en Cultura, y recién llegados como Serge Papin (Pymes, comercio) y Monique Barbut (Transición Ecológica).
El gobierno comprende 19 ministros y 15 ministros junior, con redesignaciones como Annie Genevard en Agricultura. Los Republicanos, que votaron el sábado a favor del apoyo sin participación, ahora excluyen a Genevard, Dati, Philippe Tabarot (Transporte), Vincent Jeanbrun (Ciudad y Vivienda), Sébastien Martin (Industria), y Nicolas Forissier (Comercio Exterior). El presidente de LR, Bruno Retailleau, enfrenta una autoridad desafiada por diputados que favorecen la implicación para evitar la disolución.
La oposición reacciona con dureza: Marine Le Pen (RN) y Manuel Bompard (LFI) anuncian mociones de censura desde el lunes, llamando al equipo un 'gobierno Titanic'. El líder del PS, Olivier Faure, opta por 'sin comentario', mientras que Mathilde Panot de LFI bromea: 'No desempaques tus cajas demasiado rápido. La censura está llegando.' Lecornu, en X, enfatiza: 'Una cosa importa: el interés del país.' El Consejo de Ministros está programado para el martes, antes de la presentación del presupuesto el lunes o poco después, con el déficit proyectado por debajo del 5% del PIB.
Esta formación recuerda el macronismo de 2017, pero sin mayoría absoluta, bajo amenaza de censura y disolución anticipada exigida por los opositores.