La exposición antigua al plomo pudo haber moldeado la evolución del cerebro humano

Un estudio de dientes fósiles revela que los homínidos prehistóricos estuvieron expuestos al plomo durante al menos 2 millones de años, potencialmente influyendo en la evolución del cerebro. Los humanos modernos parecen haberse adaptado mejor a la toxina que parientes como los neandertales, según una investigación que utiliza muestras antiguas y organoides cerebrales. Sin embargo, algunos expertos cuestionan la extensión de esta exposición y sus implicaciones evolutivas.

El envenenamiento por plomo, considerado durante mucho tiempo un problema moderno ligado a la industrialización y eliminado gradualmente desde la década de 1980, pudo haber afectado a los homínidos antiguos durante millones de años. Investigadores dirigidos por Renaud Joannes-Boyau en la Universidad Southern Cross en Lismore, Australia, analizaron 51 dientes fósiles de especies que incluyen Australopithecus africanus, Paranthropus robustus, Gigantopithecus blacki, Homo neanderthalensis y Homo sapiens. Estos fósiles provienen de sitios en Australia, el sudeste de Asia, China, Sudáfrica y Francia.

Usando ablación láser, el equipo detectó bandas de plomo en los dientes, lo que indica exposición durante períodos de crecimiento provenientes de fuentes ambientales como agua contaminada, suelo o actividad volcánica. Niveles notablemente altos de plomo aparecieron en dientes de Gigantopithecus blacki de China. “Si se tratara de un humano moderno con esta cantidad de plomo en su cuerpo, diría que esta persona enfrentaba una alta exposición de la industria o actividades antropogénicas”, dijo Joannes-Boyau.

Para explorar diferencias evolutivas, los investigadores crearon organoides cerebrales que modelan versiones neandertales y humanas modernas del gen NOVA1 y probaron la neurotoxicidad del plomo. “Lo que vemos es que el NOVA1 moderno está mucho menos estresado por la neurotoxicidad del plomo”, señaló Joannes-Boyau. La exposición interrumpió el gen FOXP2 en versiones arcaicas, que está ligado a la cognición, el lenguaje y la cohesión social. “Y es menos neurotóxico para los humanos modernos que para los neandertales, lo que habría dado una gran ventaja a Homo sapiens e implica que el plomo ha jugado un papel en nuestro viaje evolutivo”, agregó.

El plomo es especialmente dañino para los niños, afectando el desarrollo físico y mental, y causa síntomas graves en adultos. Sin embargo, Tanya Smith de la Universidad Griffith en Brisbane, Australia, critica los hallazgos. “Este es un artículo realmente complejo que hace afirmaciones altamente especulativas”, dijo. Smith argumenta que el número limitado y la distribución de fósiles no prueban una exposición consistente durante 2 millones de años, aunque el plomo natural en primates salvajes y homíninos antiguos no es sorprendente basado en estudios previos.

La investigación fue publicada en Science Advances (DOI: 10.1126/sciadv.adr1524).

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