Estudio identifica el ejercicio aeróbico como el principal alivio para la osteoartritis de rodilla

Una revisión exhaustiva de más de 200 estudios ha determinado que los ejercicios aeróbicos como caminar, andar en bicicleta y nadar proporcionan el alivio del dolor y las mejoras en la movilidad más efectivos para las personas con osteoartritis de rodilla. Publicado en The BMJ, el análisis enfatiza la actividad aeróbica como la base del tratamiento. Todos los tipos de ejercicio probados resultaron seguros, sin un aumento de eventos adversos en comparación con los controles.

La osteoartritis de rodilla, que afecta aproximadamente al 30% de los adultos mayores de 45 años en radiografías y causa dolor significativo y problemas de movilidad en la mitad de esos casos, ocurre cuando el cartílago que amortigua los extremos óseos se desgasta, lo que lleva a hinchazón, rigidez e incomodidad. El ejercicio sirve como pilar fundamental del cuidado, pero las guías han carecido de especificidad sobre los tipos óptimos para las rodillas.

Para abordar esto, los investigadores realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis en red de 217 ensayos clínicos aleatorizados desde 1990 hasta 2024, involucrando a 15.684 participantes. Compararon programas de ejercicio aeróbico, de flexibilidad, de fortalecimiento, mente-cuerpo, neuromotor y mixto contra controles, evaluando resultados como dolor, función física, rendimiento en la marcha y calidad de vida en seguimientos a corto plazo (cuatro semanas), mediano plazo (12 semanas) y largo plazo (24 semanas) utilizando el sistema GRADE para la fuerza de la evidencia.

El ejercicio aeróbico ocupó el primer lugar en todas las categorías. La evidencia de certeza moderada mostró que redujo el dolor a corto y mediano plazo y mejoró la función a corto y largo plazo, al tiempo que mejoró el rendimiento en la marcha y la calidad de vida a corto y mediano plazo. Otras formas también ofrecieron beneficios: los ejercicios mente-cuerpo probablemente mejoraron la función a corto plazo, los ejercicios neuromotores impulsaron la marcha a corto plazo, y las rutinas de fortalecimiento o mixtas ayudaron en la función a mediano plazo.

El estudio, dirigido por investigadores como Lei Yan y Yihe Hu, señala limitaciones como comparaciones indirectas, datos a largo plazo limitados para algunos resultados y posible influencia de estudios más pequeños. No obstante, los autores recomiendan el ejercicio aeróbico "como una intervención de primera línea para el manejo de la osteoartritis de rodilla, particularmente cuando el objetivo es mejorar la capacidad funcional y reducir el dolor." Si la actividad aeróbica no es factible debido a limitaciones individuales, aconsejan que "formas alternativas de actividad física estructurada aún pueden ser beneficiosas."

Esta evaluación, descrita como una de las más completas y actuales, busca guiar a los clínicos hacia recomendaciones más dirigidas.

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