Una versión saludable del clásico ensalada César, con ingredientes ligeros y una salsa de crema de ricota, ofrece una opción nutritiva para quienes buscan perder peso sin sacrificar el sabor. Esta simple receta se puede preparar en casa como plato principal o guarnición.
La ensalada César tradicional es conocida por sus ingredientes calóricos, como la mayonesa, quesos grasos y crutones fritos. Sin embargo, una versión proteica convierte el plato en una comida ligera y saludable, ideal para quienes buscan quemar grasa y mantener su dieta.
El secreto está en la salsa casera, elaborada con crema de ricota en lugar de mayonesa o yogur natural, lo que asegura cremosidad y sabor sin exceso de calorías. Los ingredientes incluyen 1 cabeza de lechuga romana lavada y rasgada, 1 filete de pollo a la plancha en tiras, 2 cucharadas de parmesano rallado y crutones de trigo integral.
Para la salsa: 2 cucharadas de crema de ricota, 1 cucharadita de mostaza Dijon, 1 diente de ajo machacado, jugo de medio limón, 1 cucharada de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto.
En la preparación, asa el pollo en una sartén antiadherente con un chorrito de aceite de oliva, sazona y córtalo en tiras. Para los crutones, corta pan de trigo integral en cubos, rocía con aceite y hornea en el horno o en una freidora de aire hasta que estén dorados. Mezcla los ingredientes de la salsa en un bol y ajusta los condimentos. Monta en un bol con la lechuga, el pollo, los crutones y el parmesano, agregando la salsa con delicadeza.
Esta receta es práctica para principiantes, enfatizando la organización en la cocina, la medición previa de ingredientes y el uso de fuego bajo para evitar errores. Cocinar es un proceso de aprendizaje, y los primeros intentos pueden no ser perfectos.